lunes, 23 de noviembre de 2009

TE EXTRAÑAMOS ROMÁN


Jugadores como él, ya no abundan. Por eso en Boca su ausencia se siente y mucho. Éste 2009 fue sin dudas un año con altibajos para el "10" ya que las lesiones lo abrumaron. Un semestre gris, como el de todo Boca. Andar irregular y por ende falto de resultados, a lo que se le sumó la renuncia de Román a la Selección de Maradona.

La que hasta el momento parece ser una incurable molestia en la planta del pie derecho lo condicionó a Riquelme durante todo éste tiempo, incluso desde el comienzo mismo de la temporada. Porque cuando el conjunto por ése entonces dirigido por Carlos Ischia se jugaba cartas realmente importantes, no pudo contar con su as de espadas al ciento por ciento. Y en gran parte, por éste hecho el camino de Boca hacia un nuevo título se vio trunco ante el modesto Defensor Sporting uruguayo en los octavos de la Copa Libertadores.

Así y todo, pudimos ver algunos destellos de la magia de Juan Román. Las actuaciones importantes en los primeros seis meses se vieron en la Libertadores, ya que por la lesión antes mencionada (ó por rotación), Riquelme no jugó una cantidad considerable de partidos en el Clausura (ni siquiera estuvo en el Superclásico). Entonces, en los compromisos con Guaraní (Paraguay) y Deportivo Táchira (Venezuela), vimos al mejor Román, y de la mano, al mejor Boca.

Más tarde, lo ya conocido. Lesión, salida del equipo, debacle futbolística del elenco Xeneize. Eliminación de la Copa, frío 14to puesto en el certamen doméstico y despedida de Ischia. Borrón y cuenta nueva.

Definitivamente todos querían comenzar de cero, pero sin Riquelme todo es más difícil. La segunda parte del 2009 parecía ser, con el arribo de Alfio Basile a la dirección técnica, el comienzo de una nueva era de triunfos. De hecho, Riquelme realizó una gran pretemporada, lo que le posibilitó arrancar en impecables condiciones físicas éste tramo del año. Un golazo propio de un crack de éste deporte ante Vélez, y un soberbio segundo tiempo ante River en el Monumental, dieron rienda suelta a la ilusión, que luego se desvanecería.

El sútil pie derecho que tantos goles regaló y que a miles de gargantas dejó sin voz, ésta vez volvió a jugarle una mala pasada a Riquelme. Frente a Chacarita, el "10" volvió a resentirse de la molestia que tanto lo fastidió, y las chances de un Boca que parecía levantar, se esfumaron por completo. El equipo de la Ribera volvió a perder a su jugador clave, al cerebro dentro de la cancha. Porque sin Riquelme claro ésta, Boca no es el mismo. Lo dicen los resultados, y por ende, la tabla de posiciones. Sin Riquelme, pierde el fútbol.